Hablamos de un poema que podría perfectamente formar parte de "El Libro del Buen Amor" del mismísimo Arcipreste de Hita. Un poema que rompe con la estrofa alcaica, el serventesio y el tetrástofo monorrimo para entrar de motu propio en la Historia de la Literatura Española.
Un poema intemporal del que nos da su opinión su autor, nuestro querido Onasis El Bueno:
¡Y pensar que de esto me acuerdo y de la fórmula del
"ciclopentano perhidrofenantreno" sólo me sé el título!
Pero basta ya de palabrería. Sumerjámonos sin dilación y de pleno en el mundo de la lírica:
DE LOS PROBLEMAS DE AMOR EN LA PLAYA DE LA SAFORPrincesa de mis entretelas:
Tus prietas carnes inhiben mi pensamiento
y entre tanto, en mí palpita
el instinto tan antiguo del placer concupiscente.Pero lucho por ahogarlo y cada noche me ducho.
Y mientras me ducho pienso: ¿por qué lo tengo tan tieso?
Tieso no, corazón mio. Más que tieso, embravecido.
Y lo flagelo y fustigo, pues sólo así lo domino...¡Viva el amor, vive Dios!
Y vivan las putas piedras que había en el espigón.
Y tu lengua viperina, que mi badajo lamió.
Y viva la puta vespa que, en volviendo, se pinchó
y pinchéte en el asiento sin recato ni pudor."
Ante tal aluvión de sentido y sensibilidad uno sólo puede quitarse el sombrero y solicitar a la R.A.E. que le concedan a este pionero del endecasílabo mediterráneo el sillón "P" mayúscula con el que poder Pinchar en propiedad sin recato ni pudor... MAESTRO!!